"En una Aldea Global mediatizada, los principales Medios de Comunicación pintan las cosas a su manera y hacen creer, en la mayoría de las ocasiones, que el color rojo de la izquierda es el tono predominante y salvador. La osadía es de tal calibre, que fuera de USA (también, allí, claro) los periódicos, televisiones, radios y medios on line se atreven a señalar con todo tipo de detallas, a la par falsos, lo que es bueno para USA y lo que es malo; lo que es el bálsamo curalotodo y lo que es la seta venenosa. Incluso hay dictadores muertos que, al parecer nunca lo fueron, y otras mandangas (tonterías, cuentos, pejigueras más). Y en esas siguen, seguían y puede que sigan, cuando llegó el diablo Trump (diablo es el nombre que recibe Lucifer o Satanás, que en la religión cristiana representa al príncipe de todos los demonios)...
"...Pero no es Lucifer, al parecer, sino el diablo cojuelo (Se trata de una novela satírica y moral, por lo tanto, su principal objetivo es la crítica. Durante el siglo XVII, este tipo de escritos inundaron la literatura española como en el Guzmán de Alfarache, en las obras de Miguel de Cervantes, de Francisco de Quevedo, etc. En este caso, la obra satiriza a la sociedad de la época. Mediante la contemplación de las casas de la sociedad española el autor pretende mostrar la verdadera faceta de cada clase y sus costumbres. Es un tema muy recurrido durante el Barroco español, debido al concepto del desengaño tan cultivado y que causaba tanta preocupación entre los autores del momento)..."
"Otra gran cantada de los mal llamados analistas bursátiles y pésimos expertos en geopolítica. El mundo sigue y los Mercados brincan de alegría, cuando los sesudos seguidores de los medios pronosticaban el caos, el fin del mundo. De hecho Trump aparece en muchos dibujos con cuernos, cola y vomitando llamas de fuego..."
"Wall Street en el nivel más alto de todos los tiempos; el resto de las Bolsas, mariachis de la mayor Bolsa (o casino) del mundo le siguen, como siempre y algunos prohombres que renegaron de Trump se forran de billetes. Por ejemplo, Warren Buffett, un fuerte crítico de Donald Trump, es uno de los grandes ganadores del auge postelectoral. Es lo que escribe NICOLE FRIEDMAN en The Wall Street Journal: Durante los últimos meses de la campaña presidencial, Warren Buffett fue uno de los principales críticos de Donald Trump. Ahora es uno de los mayores beneficiarios del alza del mercado generada por el triunfo del candidato republicano, un auge que ha impulsado el valor de todo tipo de acciones, desde bancos a ferrocarriles. Berkshire Hathaway Inc (NYSE:BRKa)., de Buffett, registró en noviembre su mejor mes en seis años, y sus acciones se cotizan en máximos históricos cercanos a los US$240.000. La capitalización de mercado del conglomerado, que en 1965, cuando Buffett adquirió lo que entonces era un fabricante de textiles, rondaba los US$20 millones, se sitúa hoy cerca de los US$400.000 millones..."
"Los medios siguen atizándole fuerte a Trump y los Mercados, frotándose los ojos. Amigos, nunca digan nunca jamás..."
(Parte de la conversación mantenida con uno de mis gurús favoritos)